jueves, 5 de marzo de 2015
EL USO DE ENGOBE EN LA DECORACIÓN
Si se emplean los materiales adecuados, los diseños pintados en la
arcilla cruda o bizcochada se funden definitivamente con la
superficie, proporcionando adornos que pueden sobrevivir durante
milenios. Por ejemplo, la cerámica de la cultura de Samarra, en
Mesopotamia que fechada entre 6.300 y 6.000 a,c,, presenta motivos
figurativos y abstractos en tonos rojo y pardos que aún perviven claramente.
Más modernas son la cerámicas ibéricas y celtíberas que decoramos en
el Curso de Cerámica Histórica que representan piezas de la Edad de Hierro.
Los pigmentos
En las pinturas se utilizan extractos vegetales o minerales, pero muchos
de ellos sólo sobreviven a la cocción a baja temperatura. La
cerámica femenina bereber que trabajamos en el Aula Municipal de
Cerámica de El Casar utiliza una decocción de lentisco, pita
y enebro. La mayoría de las veces los pigmentos, compuestos
de colores naturales terrosos, producen una gama de matices
apagados de negro, marrón, rojo, amarillo y blanco.
El caolín es una fuente común de blanco y los ocres proporcionan
rojos y amarillos. La paleta se extiende mucho al añadir óxidos
minerales. El óxido de hierro es el que más se usa y puede producir
amarillo, rojo e incluso blanco.
También se pueden producir colores vivos y brillantes: el cobalto
proporciona el azul; el cobre el verde; el cinabrio el rojo bermellón;
el manganeso púrpura y negro, todos ellos pueden, a su vez, variar
dependiendo del tipo de atmósfera donde se hace la cocción y las
proporciones usadas.
El engobe
Los engobes separados se obtienen por decantación: se deja reposar
la mezcla de arcillas líquida en un recipiente hasta que las
partículas más pesadas se hunden en el fondo y el engobe más
fino quede en la superficie y se pueda retirar.
El engobe que usaban los
antiguos griegos contenía
ceniza de madera, así como
orina o vino ácido para
estabilizar las partículas.
Preparación y aplicación
Los pigmentos minerales deben
molerse con paciencia hasta
obtener un polvo fino, tarea
que se realiza con un mortero
o un molino de mano. El color
en polvo puede mezclarse
con un engobe: los colores más claros se obtienen utilizando engobe
blanco. Los alfareros de Laguna Pueblo (Nuevo México) obtienen
la pintura negra mezclando hematíes (un óxido de hierro) con
el jugo de espinacas silvestres o yuca.
Suele aplicarse un baño de engobe antes de pintar los diseños. Muchos alfareros y alfareras trabajan a mano alzada, aunque los contornos esbozados con lápiz o carboncillo se queman y desaparecen en la cocción y pueden ser una gran ayuda.
Muchos pueblos ejecutan decoración perfectamente exactas con pinceles improvisados, como un palo con pelo animal o los indios pueblo que utilizan un tallo de yuca masticado.
Los mejores pinceles, fabricados en China y Japón de pelo animal.
Permiten obtener una línea fina y controlada aún transportando
una considerable cantidad de pigmento, con lo que se pueden
ejecutar diseños estilizados y de trazo enérgico.
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