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sexta-feira, 3 de abril de 2015

Postagem de meu amigo José Palácios Cantos

KERAMIKOS

jueves, 2 de abril de 2015

LOS ESMALTES DE CENIZA

Cuando los alfareros chinos de la dinastía Zhou (X a III a.c.) realizaron
 las primeras cocciones de gres, observaron el efecto de la ceniza que
 caía sobre las piezas. Sin embargo, fue en Japón donde se investigó
 a fondo esta técnica, después de conseguir la tecnología del gres 
gracias a la introducción del horno de celdas anagama desde Corea
 durante el siglo V.

En el XVI la creciente popularidad de la ceremonia del té según las
 enseñanzas de Sen no Rikyu y Kobori Enshu, con su estética zen
 y la exigencia de piezas naturales, estimuló la fabricación de
 cerámica con esmaltes de ceniza, con superficies impredecibles e 
irregulares y colores discretos.  Gracias a la infliencia de Bernard Leach,
 los esmaltes de ceniza de madera se han convertido en
 parte del repertorio de los alfareros contemporáneos de occidente.

Las propiedades de la ceniza
La ceniza de madera y otras fibras
 vegetales es rica en materiales alcalinos
 como potasa, cal y magnesia que,
 con el calor de un horno se licuan y
 vitrifican hasta formar una costra brillante.
 La ceniza puede usarse en su estado
 natural o en mezclas de esmaltes,
 como los tenmoku o celadón, para
 actuar como fundente que permita
 a otros ingredientes como arcilla
 u óxidos gotear sobre la superficie
 de la arcilla.


Los esmaltes de ceniza naturales
Los hornos japoneses anagama se alimentan con 
leña. Conforme la madera arde, las fuertes corrientes arrastran
 la ceniza al interior de la cámara de cocción, donde cae sobre
 la superficie de las piezas creando un esmalte natural. los mejores
 resultados se obtienen en vasijas con cuerpo ancho, lo que
 aumenta la superficie donde posarse la ceniza. Para evitar depósitos
 en el interior de las piezas, estas pueden cocerse boca abajo.
 Si se quiere provocar la acumulación de ceniza en zonas concretas
 se consigue dirigir colocando esta zona donde más fuerte sea la
 corriente de aire en el interior del  horno lo que acumulará más ceniza.


Otro método que hemos probado es enrollar a la pieza pinosa, paja
 o similares para provocar vetas. También hemos espolvoreado ceniza
 en algunas piezas para conseguir manchas de esmaltes llamadas goma
 (semillas de sésamo).

Los esmaltes de ceniza provocados
Los esmaltes de ceniza se obtienen lavando y filtrando fibras 
de plantas quemadas y mezclándolas después con arcilla o
 feldespato. Las vasijas son bañadas en el esmalte y dejadas 
a secar antes de cocerlas. Es posible obtener diferentes colores
 utilizando diferentes clases de ceniza. Por ejemplo, la ceniza de
 nogal aporta un acabado blanquecino, mientras que el roble
 produce tonalidades azul y verde pálido y suave.

En la alferaría de hagi, en la prefectura de
 Yamaguchi (Japón), usan ceniza de paja
 o leña del árból isu para crear un esmalte
 cremoso muy apreciado para los chawan,
 ya que su color cambia cuando absorbe
 la infusión: se trata de un proceso 
conocido como chanare, que significa
 "acostumbrarse al té"






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